01 febrero 2011

Febrero, mes de las purificaciones.



                                                            Loba Capitolina

El mes de febrero es el mes de las purificaciones. La raíz februo significa purificar, volver puro, limpio. El día quince, en Roma, se celebraban las Lupercalias en el Palatino, el diecisiete las Quirinalias o fiesta de las Curias y el veintisiete las Terminalias, fiestas de purificación de las casas y propiedades privadas. Estos cultos dan nombre al mes de febrero.

Justamente nos encontramos en el final del invierno y la entrada de la primavera: La vida comienza a abrirse paso después de un período de silencio. Hay rituales de liquidación y preparación para la nueva vida.

Los Lupercales eran una celebración preparatoria para esta época de lavado y purificación. Se reunían el 15 de febrero en la gruta del Lupercal, en el monte Palatino. Según la tradición, fue en este lugar donde Fauno Luperco, tomando la forma de una loba, amamantó a los gemelos Rómulo y Remo. Se cuenta que allí había una higuera cuyas raíces habían detenido la cesta en cuyo interior se encontraban los gemelos.

La fiesta comenzaba con la inmolación de una cabra. Después, el sacerdote tocaba la frente de los lupercos[1]  con el cuchillo teñido con la sangre del animal, y a continuación, borraba la mancha con un mechón de lana impregnada en leche del mismo animal. Éste era el momento en que los lupercos prorrumpían en una carcajada ritual. Luego se formaba una procesión con los jóvenes desnudos, que llevaban unas correas hechas con la piel de la cabra recién inmolada; y con ellas, azotaban a las mujeres que encontraban por el camino, como ritual para hacerlas fecundas.

Según la tradición, las Sabinas se volvieron estériles después de ser raptadas por los latinos. Esto ocasionó una gran frustración al pueblo, pues los latinos deseaban poblar su región; después de consultar al oráculo de la diosa Juno, buscando una solución a tan terrible conflicto, ésta les respondió: “Italidas matres, sacer hircus inito!” "Madres del Lacio, que os fecunde un macho cabrío velludo". Y es ésta la razón por la que los luperci van desnudos uncidos en sangre de animales impuros (como si vinieran de caza) con pieles de lobo, golpeando con el látigo como si fuera un miembro viril.

Se cuenta que este rito aumentaba la fertilidad de las mujeres. Después de los golpes, sus carnes se ponían de color púrpura. Color representativo de las prostitutas sagradas, también llamadas lupas o lobas. Esta prostitución sagrada se realizaba como parte de los rituales de fecundidad.

Como vemos, la mayoría de los rituales surgieron por una necesidad agrícola que encontraba su reflejo en la vida humana. Entonces, es fácil entender por qué hoy día celebramos el Día del Amor el 14 de febrero, mes de las purificaciones y los preparativos para la fecundación.

                                                Lupercos con correas de piel
                                                 

[1] Adolescentes que sobrevivían a su ritual de cacería que llevaban a cabo para su iniciación a la etapa adulta. El nombre de Lupercos se debe a que debían comportarse como lobos.

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