08 febrero 2011

TRABAJO


“Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!". (Génesis,3-19)



En español se ha preferido la palabra “trabajo” sobre la palabra “labor”. No es una casualidad, pues, que su etimología nos recuerde inconscientemente su origen. Proviene del latín tripalium, que era el nombre de un temible instrumento de tortura.

Este instrumento constaba de una especie de cepo formado por tres maderos cruzados, donde inmovilizaban a los vencidos, reos o esclavos para azotarlos.

De tripalium derivó inicialmente tripaliare (torturar) y posteriormente trebajo. Trebajo evolucionó posteriormente hacia trabajo, convirtiéndose, poco a poco, en un sinónimo de ‘labor’.

En francés lo encontramos en la forma de travail; vocablo que los ingleses transforman en travel, con el significado de un viaje pesado, cansado y más adelante simplemente como viaje.

Así aue, culturalmente hablando, el trabajo está cargado de un sentido de sacrificio, sufrimiento o esfuerzo. Creo que es tiempo ya de darle la vuelta a esta forma de pensar, y comenzar a emplear nuestro tiempo en una hermosa labor; pues no es posible que pensemos que Dios nos castigó al imponernos un trabajo.

No hay comentarios: