Todo pueblo necesita de la práctica de la educación
para transmitir sus valores físicos y espirituales. Para los antiguos griegos,
la paideia era la base de la
educación, y era importantísima, ya que dotaba a los varones de un carácter
verdaderamente humano.
El maestro griego no sólo enseñaba
habilidades o técnicas, sino también ayudaba a los estudiantes a formarse moral y espiritualmente dentro
de su comunidad, con el fin de que se convirtieran en ciudadanos perfectos que
supieran gobernar y ser gobernados con justicia. Así pues, la polis griega era la encargada de
delimitar el ideal de paideia para
cada comunidad.
Pero ¿quiénes
eran los hombres que se veían modelados con esta paideia? Debemos recordar que el sistema de producción de los
antiguos griegos era esclavista. Los esclavos eran necesarios para cubrir las
necesidades materiales de su sociedad, mientras los hombres libres, excluidos
de los trabajos pesados, dedicaban su tiempo y energía al ocio. Sí, al ocio que
les permitía la contemplación y la reflexión, por lo que el ocio se convirtió
en uno de los ideales de la cultura griega.
Y así apareció
la “schole”, término griego que designa el ocio o descanso, aquello que se hace durante el tiempo libre y, más
concretamente, aquello que merece la pena hacerse, por lo que acabó
significando “estudio”, pues los griegos amaban y disfrutaban del estudio; para
ellos, estudiar valía la pena, pues los convertía en buenos ciudadanos.
Posteriormente el término “schole” dio origen a la palabra escuela.
Se sabe que en la mayor parte de la
historia griega, la educación fue privada, salvo en Esparta. Los niños de
familias adineradas eran cuidados por un paidagogos,
un esclavo doméstico designado para esta tarea que acompañaba el chico todo el
día.
Los niños varones entraban en la escuela al cumplir siete años,
Aprendían a leer, escribir y citar la literatura, de donde tomaban a los héroes
que les servían como modelo de imitación. También aprendían a cantar y tocar un
instrumento musical, y a entrenarse como soldados para el servicio militar.
A los doce años de edad, algunos jóvenes seguían su educación, a la que
agregaban deportes como la lucha, la carrera, el lanzamiento de disco y de
jabalina. A los 18 años, empezaba su entrenamiento militar en el ejército por
uno o dos años.
Los estudiantes más ricos proseguían su
educación estudiando con maestros famosos. Algunas de las mayores escuelas eran
el Liceo, fundada por Aristóteles y La Academia, fundada por Platón. Una parte
crucial de la educación de este muchacho era el aprendizaje que podía incluir el
amor pederástico. El muchacho aprendía, acompañando a su maestro, a hablar de
la política en el ágora, a ejercitarse en el gimnasio y a convivir en los
simposios o banquetes.
La Academia de Atenas
La educación griega estaba destinada a
formar hombres, destinados no para trabajar, sino para convertirse en activos
ciudadanos de la polis. Actualmente,
la educación escolar busca formar buenos trabajadores, aunque no tengamos
tiempo para el ocio y desconozcamos nuestros deberes y obligaciones como
ciudadanos.