26 noviembre 2011

considerar


El verbo latino considerare tuvo su origen en la observación de las estrellas, en la manera en que se reunían por con-stelaciones para compararlas con alguna situación de la que se deseaba conocer el futuro (la preposición latina cum significa en conjunto o juntamente, y la raíz sidus-sideris, estrella, lo mismo que   stella-ae). Esto dio lugar a que en el mismo latín clásico, el verbo ya hubiera adquirido el significado de simplemente examinar cuidadosamente un asunto y reflexionar detenidamente sobre él; pues a eso se dedicaban los augures: escudriñaban las estrellas para vaticinar el futuro de su gente.


Sin lugar a dudas, desde la remota antigüedad de las cavernas, los hombres primitivos miraban las estrellas llenos de curiosidad; es decir, con infinito cuidado, tratando de comprender su entorno. Pronto, descubrieron que los cambios climáticos, las inundaciones, las sequías coincidían con una ubicación específica de las estrellas en el cielo; después de todo, no había otra cosa qué hacer. Por lo que la disposición de los astros en el cielo comenzó a cobrar gran importancia en la vida de los seres humanos. Se percataron del papel indispensable del Sol y de la influencia de la luna en las mareas y en otros ciclos de la naturaleza.

Las antiguas civilizaciones comenzaron a observar las estrellas detenidamente con el fin de determinar las relaciones existentes entre los movimientos cósmicos y los sucesos terrenales. Así, antes del tercer milenio a.C., surgió la astrología o astronomía primitiva. Se trataba de una mezcla de religión, ciencia y creencias.


Es probable que Mesopotamia fuera la cuna de la astrología occidental. Los astrólogos se interesaban por vaticinar grandes acontecimientos como guerras, inundaciones y eclipses. De aquí pudo haber pasado a Egipto y a la India, desde donde llegaría a China y al resto de Asia. Hacia el siglo IV a. C., las griegos utilizaron un nuevo método para conocer el destino de los individuos a partir de la fecha de su nacimiento. Incluso Hipócrates, el "Padre de la medicina", utilizaba la astrología para llevar a cabo la recolección de ciertas plantas y para la aplicación de los remedios. Estos conocimientos pasaron a los romanos quienes los esparcieron por su extenso imperio. Durante el Renacimiento, la astrología se separó formalmente de la astronomía.

Actualmente, el vocablo considerar no sólo alude a la reflexión cuidadosa y atenta, sino también al trato respetuoso, atento y cuidadoso que se brinda a los demás.


25 noviembre 2011

contemplación


El contemplum (como en un templo) era una plataforma situada delante de los templos paganos; servía para observar el firmamento y conocer la voluntad de los dioses. El término latino contemplari significa mirar lejos. Podemos encontrarlo como sinónimo de considerar, cuya etimología nos refiere a mirar la disposición de las estrellas para augurar el futuro.



      Contemplación (de origen latino) equivale al término griego theoria, de donde proviene la palabra castellana teatro, lugar donde se contempla un espectáculo (palabra que proviene del latín spicio, que significa observar).

Existen tres tipos de contemplación: la estética, la intelectual o filosófica y la religiosa o sobrenatural.

Platón afirma que a través de la contemplación, el alma podrá ascender al conocimiento del bien; Pitágoras, que hemos nacido para contemplar las estrellas; Aristóteles, que todos los hombres aman el saber y que es prueba de ello que a todos les gusta mirar. La contemplación, cuyo único fin era contemplar, es el origen de la filosofía.